Residencias Artísticas. Contar lo que hacemos, hacer lo que contamos ¡Qué sed!
La segunda edición de las Residencias Artísticas Injuve arranca desde un cuestionamiento interno del propio formato “Residencia” y de un deseo de flexibilizar sus límites a fin de incorporar las deman-das de los artistas y profesionales que participaron el año pasado para configurar un formato con identidad propia cuyo eje sea dar cabida desde nuestro marco de acción a las necesidades de los artistas jóvenes.
El lema de 2019 ha sido “¡Qué sed!”. El Jurado ha estado formado por el Equipo del Área de Creación de Injuve y por Álvaro Caboalles (León, 1994), Residente 2018. Los artistas seleccionados han sido Jennifer Custodio Pérez (Vitoria-Gasteiz, 1990), Anxos Fazáns (Pontevedra, 1992), Clara Moreno Cela (Madrid, 1993) y Alejandro Ontiveros Robles (Madrid, 1989). Durante un mes los cuatro artistas han estado trabajando en la sala al mismo tiempo que se sucedían los intercambios con profesionales, equipos de montaje y de coordinación. A través de su ausencia, se ha analizado la figura del comisario/a, figura que se diluye entre los cuatro artistas residentes quienes han asumido este rol colectivamente.
La relación entre artistas emergentes y profesionales culturales es uno de los objetivos fundamentales de las residencias. Los imputs de los profesionales generan tensiones, desequilibrios… siembran dudas y alimentan las preguntas de los jóvenes creadores. Nos parece importante alargar este acompañamiento creativo y pasar de uno a dos intercambios, analizando las ideas desde el proyecto inicial y, después, antes de su formalización. Mantenemos la diversidad de los perfiles interpelados, introduciendo en esta ocasión la voz de la artista y manteniendo las de la comisaria y los medios de comuni-cación.
Nos preguntamos mucho sobre las devoluciones. ¿Son una oportunidad, una imposición, una necesidad? ¿Son necesarias para la institución, para el artista? Optamos por mantenernos en los pará-metros de entender éstas como fisuras del ritmo de producción/exposición en términos de posibilidad, depositando en los artistas la confianza para decidir si quieren o no llevarlas a cabo en los términos que consideren.
Y, finalmente, nos seguimos preguntando si contamos lo que hacemos y/o hacemos lo que contamos. Esta publicación, además de funcionar como una crónica de las Residencias, analiza este hecho mediante las narraciones de los propios artistas y los profesionales sobre las obras producidas en julio… ¡Qué Sed!