Interferencias. Proyecto en colaboración con la Escuela de Artediez
Cuando en primavera de 2017 nos enfrentamos a la organización de la exposición de los proyectos seleccionados dentro del Programa de Creación Injuve 2017 en las áreas de cómic, ilustración y diseño, nos preguntamos si una exposición al uso sería la mejor vía para darles difusión, para mostrarlos en su complejidad.
Estos trabajos se nos antojaban procesuales, móviles, participativos, provocadores y encapsularlos en los límites de una sala de exposiciones donde sólo pudieran ser observados, nos planteaba serias dudas. Y decidimos arriesgarnos. E investigar nuevos formatos. Y comenzar una carrera contrarreloj.
Sabíamos lo que queríamos: una exposición viva, orgánica, accesible, móvil, en la que hubiera participación de jóvenes creadores a todos los niveles… Una muestra en la que se cuestionara el propio display expositivo, los roles de público, artista, comisario, participante; donde la mediación estuviera integrada desde el principio, donde se intentaran poner en marcha proyectos grupales y hubiera contaminaciones, huellas y donde los proyectos de los artistas fueran objeto de múltiples lecturas y se pudieran compartir sus procesos de trabajo, no sólo los resultados del mismo. Y queríamos salir fuera. Y que el fuera entrara dentro de la Sala Amadís. Gracias a Javier Fernández, a quién abrumamos con todas estas ideas, pudimos contactar con la Escuela de Artediez. Y comenzó la cuenta atrás.
Al entrar en la Escuela, unas escaleras nos incitaban a seguir con el proyecto a través de sus palabras impresas: crear, sueño, innovar, proceso y social ilustraban lo que puede llegar a ser el Diseño.
Entendimos que estábamos en el lugar adecuado. La complicidad con la escuela surgió espontáneamente y descubrimos que hablábamos un lenguaje común; que los profesores tenían el mismo interés en provocar el desbordamiento y facilitar los procesos creativos fuera de los límites del aula; que querían ampliar los horizontes de los y las alumnas proponiéndoles el acceso a experiencias híbridas donde el arte y la educación formaran parte de un mismo proceso creativo.
Estos impulsos se transformaron en una lluvia de ideas de las que surgieron términos como cacofonías, incertidumbre, jam session… Descubrimos que la propuesta, en relación a este último término, bien podía ser una jam: teníamos artistas, participantes, espacio, profesores, gestores, coordinadores… instrumentos perfectamente afinados, con un esquema que permitía la suficiente libertad como para improvisar. En esta orquesta, todo, en orden, se mezclaba, se interferenciaba. Así, nació Interferencias.
Interferencias es una exposición orgánica, que fluctúa y crece partiendo de un inicio o germen constituido por la obra de los y las artistas del Programa de Creación 2017: Yeyei Gómez, Carles García O’Dowd, Roberto Massó, Fernando Cremades, SilviaFerpal, VenidaDevenida y Sheila Pazos cuyas obras se exhiben en la Sala Amadís. La exposición es el punto de partida y el detonante de la secuencia de actuaciones que los y las artistas han desarrollado en la propia Sala Amadís y en la escuela de Artediez, en secuencias de tres días de trabajo alternas entre ambas instituciones. A partir del día siguiente a la inauguración, los artistas han sido los encargados de plantear una serie de talleres con alumnos de Artediez y público general en base a sus procesos de trabajo y cuyos resultados se muestran junto a la obra original en la exposición, recontextualizándola y ampliando sus lecturas a través de un montaje plenamente consensuado entre los artistas y los participantes en el taller. De esta manera, la exposición inicial va transformándose semana a semana gracias a la acción de los artistas, quienes se han sometido a un proceso crítico, creativo y público que ha sido mostrado en tiempo real en la exposición y narrado en primera persona en los textos de esta publicación, contado su propia obra y cómo se han enfrentado a ella en el taller.
Pero la interferencia no ha parado ahí y ha continuado, extendiéndose y ramificándose: el montaje expositivo ha permitido que los ámbitos del taller y los de la exposición estuvieran relacionados y no anexados, como suele ser habitual.
Los visitantes a la sala han podido vivir el desarrollo de los talleres ya que estos han tenido lugar en la propia sala y se han desarrollado en horario de apertura al público. Algunos de los participantes en estas actividades, han sido los mediadores de su exposición, iniciándose en un nuevo ámbito profesional con una formación previa en Injuve, pudiendo contar en primera persona su experiencia y el proyecto Interferencias.
El conjunto de la Escuela y sus espacios: biblioteca, salón de actos, aulas de proyectos, de serigrafía, se han visto invadidos por alumnas y alumnos de diferentes asignaturas, por participantes de fuera de la escuela y por artistas que, en muchas ocasiones, se enfrentaban por primera vez a un taller. Los horarios, las clases de los profesores y sus ritmos, se han visto alterados e interferenciadas por los talleres, los montajes en la sala que implicaban estar fuera de la escuela, las diferentes metodologías de trabajo… etc